DRENES VERTICALES PREFABRICADOS

Drenes Verticales Prefabricados-Wick drains

Los Drenes verticales prefabricados son una técnica de  mejoramiento que se  utiliza  en  suelos  donde  pueden presentarse asentamientos significativos con el tiempo. Esta técnica se aplica típicamente en áreas con suelos blandos saturados,  como  turbas,  arcillas  y    arcillas limosas.

Los drenes verticales prefabricados; o PVD, por sus siglas en inglés (Prefabricated Vertical Drains) consisten en un filtro no tejido, envuelto alrededor de un núcleo de polipropileno. El núcleo se extruye de forma que permite flujo de agua en ambas caras; sin embargo,está soldado ultrasónicamente en los bordes, para evitar que se bloquee con partículas de suelo.

¿Cómo funcionan?

Los PVD, en combinación con la precarga o la presión (consolidación) por vacío, aceleran el asentamiento de los suelos; reduciendo el tiempo requerido para llegar al asentamiento deseado de un período de años a tan solo unos pocos meses. La aceleración del proceso evita también los asentamientos diferenciales posteriores a la construcción.

En el extremo del PVD se sujeta una pequeña placa de anclaje, ésta es hincada con la ayuda de un mandril que es empujado hidráulicamente hasta la profundidad deseada, el mandril es retirado y el PVD queda instalado. Una vez finalizada la instalación de los PVD se coloca la sobrecarga de material de relleno a la altura definida en el diseño. La instalación de PVD drena el agua rápidamente, acelerando los asentamientos y reduciendo la presión de poros; evitando así el fenómeno de licuefacción.

Los PVD se instalan verticalmente en el suelo blando.

La finalidad de los drenes verticales (wick drains) es acelerar el proceso de consolidación de un estrato poco permeable, de forma que la distancia al drenaje vertical existente sea reemplazada por la corta distancia de un drenaje horizontal y radial entre mechas.

En CACISA se supervisa el proceso de instalación de PVD en el proyecto de Diseño, Ampliación y Rehabilitación de la Ruta Nacional No. 32.